En esta breve reseña pretendemos examinar la memoria del urbanismo y las formas de construcción del conocimiento en esta disciplina, a partir de tres autores. Estos realizan un recorrido histórico, establecen criterios de periodización y estudian las problematizaciones del campo urbano desde diferentes perspectivas, que nos ayudan a interpretar cómo se han pensado y construido las ciudades, desde el siglo XIX hasta el siglo XXI. Estos autores son la arquitecta e historiadora argentina Alicia Novick en “Los proyectos territoriales en perspectiva”, el arquitecto e historiador argentino Adrián Gorelik en “Ciudad” y el arquitecto y catedrático español Carlos García Vázquez en “Teorías e historia de la ciudad contemporánea”.
Los tres autores realizan un recorrido histórico sobre la disciplina del urbanismo desde diferentes puntos de vista, escalas, y condiciones materiales de producción. Alicia Novick desarrolla su estudio desde una mirada metropolitana, particularmente, expone un ensayo desde el Observatorio Metropolitano de Buenos Aires, a partir de la convocatoria de CPAU 2010. La autora hace foco principal en los proyectos territoriales como propuestas concretas que sirven de herramientas para responder a demandas actuales, fijan ideas y guían el camino de la gestión de lo metropolitano, generando la transformación material de un sector preciso. Adrián Gorelik, presenta sus ideas desde un artículo dentro del libro “Términos críticos para un diccionario de sociología de la cultura”, donde realiza un recorrido teórico en torno a la ciudad como objeto de estudio, profundizando en el vínculo entre libros, autores y planes y proyectos urbanos, afirmando que el urbanismo está lejos de ser una disciplina neutral, sino que por lo contrario, está atravesada por diferentes posiciones ideológicas que se reflejan en las intervenciones urbanas. García Vázquez, por su parte, decide tomar una perspectiva epistemológica, en la producción de un libro completo dedicado a la revisión de los paradigmas de pensamiento en torno a la ciudad. El autor expone que el estudio y la producción de las ciudades no es abarcable desde un solo área del conocimiento sino que hay que observar desde un enfoque interdisciplinario para poder comprender como se ha construido el conocimiento sobre este campo temático.
Los pensadores también utilizan diferentes criterios de periodización para analizar cada uno de los momentos del urbanismo. Novick sostiene que el análisis territorial no es inteligible únicamente en términos de oposiciones como campo-ciudad o villas-barrios cerrados, sino que los estudios urbanos pueden observarse desde un recorrido cronológico-problemático donde hay puntos de inflexión pero también secuencias que se superponen, con problemas constitutivos en cada periodo. Esta autora estudia los planes y proyectos territoriales formulados para el área metropolitana de Buenos Aires en cinco periodos conceptuales. El primero, es “Figuras sobre Fondo”, que abarca desde el momento de capitalización de la Ciudad de Buenos Aires hasta la década de 1930. Es el período en que se desarrollan grandes proyectos de infraestructura, proyectos de embellecimiento urbano, grandes avenidas, con una “ilusión de progreso” vinculada al aumento demográfico y económico, al mismo tiempo que se generaba una homogeneización del tejido urbano extendido al nuevo radio capitalino. Estas nuevas figuras se daban sobre el fondo de una ciudad antigua existente conciliando lo viejo y lo nuevo reforzando el rol central de la ciudad. El segundo periodo lo denomina “Imágenes de la ciudad nueva” y es aquel que va desde la Segunda Guerra Mundial hasta la década del ochenta.
Este periodo se caracteriza por tres conceptos claves: modernización, industrialización y
urbanización. La planificación urbana parecía ser el instrumento más adecuado para superar el subdesarrollo, por lo que se establecen configuraciones generales e internacionales sobre la ciudad que condicionan el alcance material de los proyectos territoriales. En Buenos Aires, esto se observa específicamente en el Plan Director de 1962. En este periodo ya no se trabaja sobre la ciudad existente sino sobre la ciudad deseada. El tercer periodo es el que llama “La celebración del fragmento” y es aquel que va desde la década del ochenta hasta el fin del milenio. La noción principal de este momento es la noción de Proyecto Urbano, que propone la recuperación de los valores simbólicos y materiales de la ciudad tradicional frente a los espacios indeterminados de la modernidad. En un contexto neoliberal, donde las privatizaciones fueron la punta de lanza del modelo económico, los proyectos urbanos eran una negociación entre el ámbito público y el privado. El cuatro periodo va desde el año 1997 hasta el 2003, y ella lo llama “Escalas y estrategias”. Caracterizado principalmente por el surgimiento de la “Ciudad global” donde los centros urbanos compiten entre sí, surge la planificación estratégica fundada en los modelos de gestión de las grandes empresas privadas. Finalmente, a partir del año 2004 nos encontramos en una etapa que la autora nombra como “Territorio en agenda”, donde luego de la crisis se reformula la forma de diseñar políticas públicas, con planes y programas federales, subsidios internacionales y lineamientos estratégicos de escala regional. El recorrido que realiza Alicia Novick en este texto no es lineal, sino que son múltiples perspectivas a problemas complejos y refleja las superposiciones conceptuales y problemáticas en la periodización.
Gorelik, por su parte, realiza una periodización del estudio de las ciudades a partir de tres tensiones en la relación entre ciudad y sociedad: hacia afuera del territorio, vinculada a la expansión urbana; hacia adentro de la sociedad, referida a la integración social; y hacia adelante en el tiempo, la idea de proyecto urbano. Estas tres tensiones generan tres configuraciones sucesivas que cambian los núcleos temáticos y las disciplinas que se estructuran en torno a los mismos. La primera configuración es a partir de fines del siglo XIX y es la que vincula ciudad y sociedad por primera vez, identificando una cultura urbana que pareciera dar explicaciones a los problemas sociales. Durante este periodo surgen los enfoques biologicistas, los enfoques de la sociología urbana y los enfoques del urbanismo clásico. El segundo periodo que desarrolla Gorelik es entre 1930 y 1960 y es aquel que surge de la relación entre Ciudad, Industrialización y Modernidad. Está vinculado al desarrollo del Estado de Bienestar y a la expansión luego de la Segunda Guerra Mundial. En este periodo la planificación urbana viene a dar respuesta y orden al caos de la ciudad tradicional. Este modelo comienza a ser cuestionado durante la segunda mitad del siglo XX a partir de autores como Jane Jacobs, Michael Foucault o Henri Lefebvre, dando lugar a un tercer periodo que Gorelik denomina Crisis de la Ciudad Moderna. A partir de una deslocalización de las industrias, las urbanizaciones en espacios difusos, aparece la noción de Megalópolis y de Ciudad Global. En su texto, Gorelik permite identificar influencias y superposiciones entre un periodo y otro y muestra cómo las ideas en torno al “objeto ciudad” se desarrollaron en el caso latinoamericano como región de estudio. Gorelik nos permite observar el vínculo entre las teorías urbanas y los planes y proyectos implementados dejando en claro la influencia mutua y entendiendo que el urbanismo está atravesado por posiciones ideológicas.
Finalmente, Carlos García Vázquez estructura la historia de la ciudad contemporánea en tres etapas a partir de criterios epistemológicos, es decir, a partir de los paradigmas intelectuales que fueron cambiando motivados por las transformaciones del sistema económico. Cada una de estas etapas afecta, según García Vázquez a las tres disciplinas, la sociología, la historia y la arquitectura, cada una vinculada a cierta noción urbana y temporal, la ciudad del presente, la ciudad del pasado y la ciudad del futuro. La primera etapa comenzó alrededor de 1880 con el surgimiento del capitalismo monopolista, cuyo paradigma de pensamiento era el racionalismo y el iluminismo, que entendía al progreso científico como una evolución lineal, neutral y necesaria. El modelo de ciudad fue la Metrópolis (Ciudad Madre) y se afirmaba que había que reorganizar la ciudad tradicional para hacerla más productiva.
La segunda etapa, vinculada al surgimiento del Estado de Bienestar entre 1945 y 1979, cuyo paradigma de pensamiento fue el existencialismo y su modelo urbano fue la Megalópolis. A partir de la Segunda Guerra Mundial, surge el Estado de Bienestar, un modelo de gestión estatal que buscaba restablecer condiciones sociales y económicas más equitativas para los habitantes. Luego de la guerra, se entendía que “Dios ha muerto” (1) como una expresión de rechazo a la fé en el progreso y a los valores morales universales. Había que restablecer las condiciones de existencia de las personas. En términos urbanos esto se materializó en las Megalópolis (Ciudad gigante), que incluía la industrialización, estandarización y grandes conglomerados articulados por la red de transporte, el ejemplo más conocido de este modelo son las New Towns de Inglaterra. Por último, la tercera etapa surge a partir de la crisis del petróleo que dio paso a lo que Castells denomina “tardo capitalismo” en referencia a un gran desarrollo tecnológico, un aumento de competencia capitalista y a una reducción del Estado. En esta etapa, el paradigma de pensamiento fue el relativismo y su modelo urbano resultó en la Metápolis (Más allá de la ciudad) que refiere a gigantes regiones urbanas, fragmentadas y policéntricas.
En este sentido, en noviembre del 2018, el Diario La Nación publicó una nota donde se expuso la visión del Banco Mundial sobre el rol de la ciudad en la actualidad, de la mano de Ede Ijjasz - Vásquez, en su momento Director de las prácticas de Desarrollo Social, Urbano y Rural y Resiliencia. Este banco, estuvo financiando los procesos de urbanización de la Villa 31 en la Ciudad de Buenos Aires y de Villa Itatí en Quilmes, bajo el ala del Gobierno de la Ciudad y del Gobierno Provincial durante el 2018. Este artículo publicado en uno de los diarios con mayor tirada y consumo del país, capaz de generar opinión pública sobre diversos temas, expone que hoy las ciudades tienen la “responsabilidad” de influir en políticas públicas de carácter nacional. Ijjasz - Vásquez sostiene que “Las megaciudades tienen un atractivo muy importante, pero a la vez son mucho más difíciles de manejar en términos de polución, congestión, tráfico...Hoy la tendencia es hacia las mega regiones” o Metápolis como diría García Vázquez. Está clara la influencia que este Banco y este Diario tienen sobre las políticas públicas que hoy producen las ciudades en Argentina y América Latina, permitiéndonos observar nuevamente que el urbanismo, como disciplina, también está atravesado por posiciones ideológicas. En términos de Alicia Novick, esta etapa se enmarca en el “Territorio en agenda”, donde se reformula la forma de diseñar políticas públicas federales son subsidiadas con fondos internacionales y responden lineamientos estratégicos de escala regional.
Los tres autores estudian más de un siglo de historia del pensamiento urbano revisando las condiciones teóricas para producción material de las ciudades. Es interesante observar cómo la materialidad de los textos que aquí se estudian, libro, ensayo y artículo, pueden demostrar también que la dirección hacia la que apunta cada autor es diferente. Mientras García Vázquez se propone profundizar en su libro sobre las diferentes campos epistemológicos que han tenido impacto en el conocimiento urbano a lo largo de la historia, Gorelik realiza un aporte preciso pero escueto en el marco de un libro enciclopédico sobre la sociología de la cultura y Novick se propone reflexionar sobre las distintas herramientas, planes, programas y proyectos territoriales que han servido y sirven actualmente en la producción del Área metropolitana de la Ciudad de Buenos aires, a partir del análisis de láminas presentadas en la CPAU 2010. Cada materia tiene un alcance y una escala diferente, Alicia Novick hace foco en el área metropolitana de Buenos Aires, Gorelik expande su análisis a la región latinoamericana y García Vázquez mantiene una mirada estrictamente europea y occidental, lo que nos permite analizar diferentes visiones, escalas y espacialidades del pensamiento urbano occidental en el último siglo. En términos temporales los tres autores reflexionan sobre el urbanismo desde el siglo XIX hasta comienzos del siglo XXI, sin embargo queda claro que los criterios de periodización que utilizan son diferentes y que los procesos tienen puntos de inflexión constitutivos pero pueden superponerse, profundizar o expandirse según cómo y desde donde se esté estudiando. Este recorrido transversal sobre la memoria del urbanismo nos permite concluir que no hay una única manera de observar este campo de estudio y de producción material de las ciudades, que lejos de ser una disciplina neutral, el urbanismo está atravesado por condiciones ideológicas, epistemológicas, económicas, materiales y culturales que no podemos dejar de observar para comprender que nuestras ciudades son consecuencia de procesos complejos y multicausales, con problemáticas que no pueden resolverse con fórmulas mágicas ni desde una única perspectiva.
Notas:
1. Nietzsche, La gaya ciencia.
Bibliografía
● Gorelik, A. voz “Ciudad”, en Carlos Altamirano, Términos críticos para un diccionario de sociología de la cultura, Ed. Paidós, BsAs, 2002.
● García Vázquez, C., “Epistemología de la metrópolis” (pp. 016-020), “Epistemología de la megalópolis” (pp. 039 -079), “Epistemología de la metápolis” (pp.143 - 147), en Teorías e Historia de la Ciudad contemporánea, Barcelona: Gili, 2016.
● Novick, A., “los proyectos territoriales en perspectiva” (pp 35 - 47), en Charrerie, Margarita, linares, Pedro, Potocko, alejandra, Planes, Proyectos e ideas para el AMBA, CPAU, BsAs, 2011.
● Stang, S., “Ede Ijjasz - Vásquez. El sentido de urbanizar las villas es lograr que la ciudad integre y no resista”, en Diario La Nación, Domingo 24 de Noviembre de 2018. Disponible en:https://www.lanacion.com.ar/2188039-ede-ijjasz-vasquez-el-sentido-de- urbanizar-villas-es-lograr-que-la-ciudad-inte